martes, 24 de abril de 2007

El despotismo de la velocidad

-“Sólo quienes venden suficientemente caro su tiempo, en el mercado de trabajo, están interesados en la ganancia de tiempo propuesta por el TAV. Pero a diferencia de la antigua jerarquía social, aún cuando se trate de un avatar de la vieja sociedad de clases, esos privilegiados de la movilidad forzada, más que consentida, despiertan poca envidia en quien no ha perdido la sensibilidad social: ninguna velocidad de desplazamiento alcanzará jamás la fuga de tiempo convertida en dinero, vendida al trabajo o comprado al ocio. Razón de más para vilipendiar tales “ventajas”, que causan la desgracia de unos para que otros accedan a un lúgubre simulacro de dicha.”

Miguel Amorós “Contra el despotismo de la velocidad”

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