jueves, 17 de enero de 2008

Máxima velocidad, máximo delirio

El populismo socialista empresarial

La tapa de Rosario/12 de este jueves 17 de enero de 2008, se titula MÁXIMA VELOCIDAD, parafraseando a la película del Director Jan de Bont, protagonizada por Sandra Bullock y Keanu Reeves. El título de la película se debe a que los protagonistas quedan atrapados en un colectivo urbano que lleva instalada una bomba programada para explotar si el vehículo disminuye su velocidad a menos de 80 Km por hora.

Me cuesta comparar a Cristina K con Sandra, pero mucho más al carilindo Reeves con Hermes Binner, los dos protagonistas destacados del acto oficial de ayer miércoles, en el cual se adjudicó a una empresa francesa y sus socios locales el tren de alta velocidad entre Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

Según la nota de Rosario/12, el gobernador Hermes Binner, quien habló en representación de los gobernadores presentes en el acto desarrollado en la Casa de Gobierno, señaló que "el interior se desarrolló con el ferrocarril, y nosotros necesitamos que el interior sea, en esta dilatada pampa argentina, el vínculo que nos una, que nos integre. Seguramente allí encontraremos este país de iguales, este país federal y que necesitamos tanto, para poder construir un mañana mejor para todos los argentinos". "Hace muchos años que estamos hablando del ferrocarril en situación de retroceso. Por eso, hablar de la recuperación del ferrocarril es un hecho trascendente para la Argentina que se viene", dijo Binner.

El discurso denota o bien un gran desconocimiento de la diferencia que existe entre un tren de alta velocidad y el ferrocarril que ayudó a desarrollar el interior, ó -versión para mí más creíble-, un discurso para congraciarse con el sector empresarial, coherente con las declaraciones del Gobernador con respecto a la Hidrovía y sus permanentes expresiones sobre producción y crecimiento, nada diferentes a lo que puede decir cualquier representante de la Bolsa de Comercio.

Por otro lado, el intendente de Rosario, el Ing. Miguel Lifschitz declaró que "Para Rosario puede tener un impacto enorme desde el punto económico y urbanístico. Ojalá que las cosas se vayan cumpliendo en los plazos establecidos y que se avance. El consorcio que ha sido adjudicado es importante, con firmas de Francia, España y Argentina; por lo menos nos da cierto margen de seguridad y de tranquilidad", transcribe Rosario/12.

El TAVE tendrá 8 formaciones de dos pisos con capacidad de transportar cada uno 508 pasajeros y circulará a una velocidad máxima de 320 Km por hora. El tren de alta velocidad que circula entre Madrid y Sevilla que tanto les gustó a las damas K (y que a mí también me gustaría supongo) para recorrer los 170 km que las separa, consume tanta energía como una ciudad de 25.000 habitantes, para su capacidad de 329 pasajeros.

Semanas atrás la Presidenta Fernández lanzó un programa de ahorro de energía y ayer con bombos y platillos adjudica una obra altamente devoradora de energía, sin tener posibilidad los argentinos de discutir variantes para satisfacer el objetivo de viajar confortablemente, con el beneplácito de la mayoría de la dirigencia política.

Lo peor de estas decisiones, es que todos podemos sufrir las consecuencias de bajar la velocidad y estrellarnos ante la realidad de más impactos ambientales, de un transporte elitista, y de dividir el territorio con esta vía rápida, y somos muchos más que Sandra y Keanu.

Gaviota

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no al tav!

Anónimo dijo...

Es notorio como no se habla de los impactos de un tren de alta velocidad que con muy superiores al tren convencional. El anuncio es para la gilada que le encanta "el progreso" y estar a nivel del "primer mundo".

Anónimo dijo...

Enero es interesante para las decisiones relevantes del poder central.
Enero es excelente para iniciar procesos de reformas constitucionales
como en Entre Ríos.
Enero es fenomenal para presentar declaraciones juradas mega-patrimoniales de la familia K.
Enero es como un tren imparable de impunidad, despilfarro, enfermedad de poder y sin-vergüenzas que aprovechan la serenidad del descanso o la desesperación del agobio climático de las mayorías, para avanzar sin controles a gran velocidad, hasta el punto aquel, donde siempre termina la "alta velocidad", en el abrupto accidente, suicidio, genocidio,
explosión, inexorablemente. Ojala el socialismo de Santa Fe no caida en la trampa de los "super Poderes".
Jorge Daneri
jorgedaneri@arnet.com.ar
Entre Ríos, Paraná.

Anónimo dijo...

dejense de joder, la alta velocidad no llegara a los 250 km por hora.
no creo que sea tan elitista como dicen por ahi.
muchos de los que navegan la ruta panamericana solos, disfrutaran de êl.