sábado, 12 de mayo de 2007

Impactos de la alta velocidad

Extraído del artículo ¿AVE o Ferrocarril?, por Vicent Torres,Valencia (España), enero de 2005.

Sin embargo, desde otro punto de vista el AVE no es más que un tipo especial de tren, sólo que más rápido y más caro que los otros. No siempre es factible, sin embargo, obtener las mayores prestaciones prometidas. El Shinkansen japonés, el tren bala que inauguró la moda de los trenes de alta velocidad, no alcanza su velocidad potencial, de hasta 440 kilómetros por hora, ya que al atravesar zonas densamente habitadas debe evitar impactos acústicos excesivos. No hay que olvidar, por otra parte, que tanto en Japón como en Europa, las nuevas líneas de alta velocidad se han construido cuando las líneas ferroviarias existentes habían alcanzado un alto grado de saturación (del orden de 250 circulaciones diarias en el París-Lyon, de 480 en el TGV Atlantique), siendo prácticamente imposible aumentarlas. En Alemania, se han construido relativamente pocos tramos de nuevas líneas, en trayectos muy congestionados, y en la mayoría de los casos la modernización de las vías para alta velocidad se contempla como polivalente, coexistiendo diversos tipos de tráfico, además de los trenes rápidos. La mayoría de países europeos ni se plantean hacer líneas nuevas de alta velocidad. Y sin embargo, muchos de ellos tienen magníficas redes ferroviarias, que es precisamente de lo que carecemos nosotros. La cuestión es hacer un balance ajustado entre los beneficios (ahorro de tiempo, mejora de la accesibilidad), el coste (y el coste de oportunidad de otras posibles inversiones, como en investigación o educación) y los impactos ambientales.

Y es que, aunque suelen ignorarse o minimizarse en los estudios informativos españoles, los trenes de alta velocidad tienen unos graves impactos ambientales. Los nuevos trazados fragmentan aún más un territorio frágil, como es el europeo, ya muy castigado por demasiadas infraestructuras, crean un grave efecto barrera, y producen una elevada contaminación acústica. El consumo energético por viajero de los trenes más rápidos es casi tan elevado como el avión. Sólo dan servicio a las principales ciudades, e ignoran el territorio que atraviesan. No es de extrañar que las nuevas líneas proyectadas en el Sur de Francia hayan tenido una fuerte oposición. La línea TGV Mediterráneo, fue inaugurada en junio del 2001, con un retraso de diez años respecto a las previsiones. Su trazado fue modificado sustancialmente, las estaciones situadas muy lejos de las ciudades, y se han requerido enormes gastos de adecuación ambiental y minimización de impactos... Claro que en la Provenza tenían claro que su principal patrimonio es la calidad de vida, y que el TGV iba a llevar más destrucción que beneficio...


Impactos específicos de la alta velocidad ferroviaria

Impactos ambientales
  1. Alta ocupación de suelo: no puede simplemente desdoblar otras infraestructuras.
  2. Fuerte efecto barrera: vallas metálicas contínuas.
  3. Gran impacto paisajístico: terraplenes, cortes, pasos elevados.
  4. Muerte de fauna: 50.000 aves anuales calculan en el AVE de Sevilla.
  5. Fuerte impacto acústico: hasta 90 dbA a 350 kilómetros por hora, con oscilaciones de 40 dbA (11 ya provocan desvelamiento).
  6. Alto consumo energético: cada fracción de incremento de la velocidad provoca una fracción de incremento del consumo energético al cubo.
  7. Necesidad de suministro eléctrico: aumento de líneas de alta tensión, con sus impactos.
Impactos socio-económicos
  1. Discriminación social: transporte exclusivo para minorías de alto poder adquisitivo.
  2. Encarecimiento del transporte.
  3. Reducción de puntos de acceso al ferrocarril (pocas estaciones, desconexión resto red).
  4. Generación de polarización de actividades económicas en los extremos (capitales).
  5. Vaciamiento del espacio intermedioi entre las ciudades (poblaciones medias).
  6. Aumento del transporte por carretera (en autobús y camiones de transporte).
Impactos sobre la red ferroviaria
  1. Absorción de la capacidad de inversión pública.
  2. Abandono del resto de la red ferroviaria.
  3. Dificultades de interconexión entre líneas, sobre todo si se utiliza un ancho diferente.
  4. Supresión de servicios más económicos, para obligar a utilizar los nuevos trenes (Sevilla, Zaragoza...).

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